Menéndez, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad
El Tribunal Oral Federal de La
Rioja condenó a tres represores al hallarlos culpables de los homicidios
de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville.
El Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó hoy a prisión perpetua en cárcel común a los ex represores Luciano Benjamín Menéndez, Luis Fernando Estrella y Domingo Benito Vera,
al encontrarlos culpables de los homicidios de los curas Carlos Murias y
Gabriel Longueville, en el marco del juicio por crímenes de lesa
humanidad cometidos por la dictadura militar.
En el caso de Menéndez, cumplirá esta condena en el penal de Ezeiza, donde ya está alojado en cumplimiento de otras sentencias, mientras que Estrella y Vera deberán purgarla en la cárcel riojana, sede del Servicio Penitenciario Provincial.
Actualmente, tanto Estrella como Vera gozaban de prisión domiciliaria y, al igual que Menéndez, habían sido imputados por privación ilegítima de la libertad, tormentos agravados y homicidio calificado.
La Fiscalía Federal, a cargo de Carlos Gonella y Darío Illánez, había solicitado la misma pena y las querellas particulares coincidieron en un todo con el pedido de los fiscales.
El Tribunal Federal estuvo integrado por los jueces José Quiroga Uriburu (presidente), Jaime Díaz Gavier y Carlos Lascano.
El primero leyó la sentencia minutos antes de las 19, con lo que concluyó el primer juicio por casos de lesa humanidad en territorio riojano.
Antes de la sentencia, cada uno de los tres imputados tuvo la posibilidad de exponer su alegato final.
Allí Menéndez, a través de videoconferencia desde Ezeiza, dijo que “para llevar adelante el juicio ha sido preciso violar numerosas normas” y que los tres acusados son “supuestos culpables de los supuestos crímenes que nos imputan”.
El ex policía Vera también juró por su inocencia y dijo tener su “corazón lleno de paz”, mientras que Estrella dijo que “mis acusadores dirigen su odio y violencia contra quienes ostentamos la condición de militar”.
Carlos Murias, franciscano conventual, y Gabriel Longueville, presbítero de nacionalidad francesa, se hallaban al momento de ser secuestrados y asesinados en la parroquia del departamento riojano de Chamical, donde trabajaban comprometidos con la pastoral social del ex obispo Enrique Angelelli, también asesinado por la dictadura militar.
La lectura de los fundamentos de la sentencia fueron diferidos para el próximo 8 de febrero.
En el caso de Menéndez, cumplirá esta condena en el penal de Ezeiza, donde ya está alojado en cumplimiento de otras sentencias, mientras que Estrella y Vera deberán purgarla en la cárcel riojana, sede del Servicio Penitenciario Provincial.
Actualmente, tanto Estrella como Vera gozaban de prisión domiciliaria y, al igual que Menéndez, habían sido imputados por privación ilegítima de la libertad, tormentos agravados y homicidio calificado.
La Fiscalía Federal, a cargo de Carlos Gonella y Darío Illánez, había solicitado la misma pena y las querellas particulares coincidieron en un todo con el pedido de los fiscales.
El Tribunal Federal estuvo integrado por los jueces José Quiroga Uriburu (presidente), Jaime Díaz Gavier y Carlos Lascano.
El primero leyó la sentencia minutos antes de las 19, con lo que concluyó el primer juicio por casos de lesa humanidad en territorio riojano.
Antes de la sentencia, cada uno de los tres imputados tuvo la posibilidad de exponer su alegato final.
Allí Menéndez, a través de videoconferencia desde Ezeiza, dijo que “para llevar adelante el juicio ha sido preciso violar numerosas normas” y que los tres acusados son “supuestos culpables de los supuestos crímenes que nos imputan”.
El ex policía Vera también juró por su inocencia y dijo tener su “corazón lleno de paz”, mientras que Estrella dijo que “mis acusadores dirigen su odio y violencia contra quienes ostentamos la condición de militar”.
Carlos Murias, franciscano conventual, y Gabriel Longueville, presbítero de nacionalidad francesa, se hallaban al momento de ser secuestrados y asesinados en la parroquia del departamento riojano de Chamical, donde trabajaban comprometidos con la pastoral social del ex obispo Enrique Angelelli, también asesinado por la dictadura militar.
La lectura de los fundamentos de la sentencia fueron diferidos para el próximo 8 de febrero.