En la lucha bíblica contra la tentación, el testimonio que Dios nos deja de la lucha contra el pecado original a partir de aquella primera tentación que es La Biblia misma, hay quienes han errado el camino.
Gustavo Vera denuncia a las chicas de los prostíbulos, por ejemplo. E insiste en fundar su prestigio en ello.
Es Dios mismo en la lucha mafiosa entre el "faltas a la moral" y "sustancias".
Pero no conforme con eso, se atribuye "cualidades" demoníacas cuando se vuelve aliado de un genocida.
Este personaje es el personaje exitoso que actúa contra "el delito", pero que no logra detenerlo, es decir, es una guerra planteada en forma incompleta.
Desafía el orden que Dios creó para el Hombre como orden posible abandonando la lucha más difícil, -la lucha contra todos los negocios mafiosos-, para que de ella se haga cargo gente inexperta y desarmada.
Y a la vez, al aliarse contra el peor de los enemigos posibles, desafía el testimonio vivo de aquellas mujeres que sobrevivieron a las vejaciones sexuales de los genocidas, quienes, incluso, dan testimonio de las vejaciones de aquellas prisioneras de los genocidas que han sido desaparecidas o que fueron asesinadas.
Y a mi me preguntan como simple hombre, además afectado por el genocidio, ante la hipótesis de que mi padre haya sido asesinado porque simplemente actuó como hombre ante tamañas injusticias; que es lo que yo opino sobre todo esto, sobre Gustavo Vera y la totalmente equivocada posición cercana a Vera de la Sra. Diputada Nacional Dra. Elisa Carrió. ¿Cuál podría ser mi opinión al respecto salvo el sentir asco y repugnancia por tamaño gesto de cobardía?
Su obligación ahora, si realmente quiere salvar su alma es demostrar que está libre de culpa y cargo y que, en realidad, no trabaja y opera para "el narco", en esa lucha a muerte entre los dos poderes mayores de la mafia o sencillamente caer con ellos cuando el enfrentamiento final entre ambos ponga fin a toda disputa.
Teniendo seimpre presente que Dios no suprime la tentación sino que intenta dar una guía a partir de la cual luchar contra ella.
Y teniendo en cuenta que no es posible vivir sin que exista la cura para todas las enfermedades.
Gustavo Saladino
Gustavo Vera denuncia a las chicas de los prostíbulos, por ejemplo. E insiste en fundar su prestigio en ello.
Es Dios mismo en la lucha mafiosa entre el "faltas a la moral" y "sustancias".
Pero no conforme con eso, se atribuye "cualidades" demoníacas cuando se vuelve aliado de un genocida.
Este personaje es el personaje exitoso que actúa contra "el delito", pero que no logra detenerlo, es decir, es una guerra planteada en forma incompleta.
Desafía el orden que Dios creó para el Hombre como orden posible abandonando la lucha más difícil, -la lucha contra todos los negocios mafiosos-, para que de ella se haga cargo gente inexperta y desarmada.
Y a la vez, al aliarse contra el peor de los enemigos posibles, desafía el testimonio vivo de aquellas mujeres que sobrevivieron a las vejaciones sexuales de los genocidas, quienes, incluso, dan testimonio de las vejaciones de aquellas prisioneras de los genocidas que han sido desaparecidas o que fueron asesinadas.
Y a mi me preguntan como simple hombre, además afectado por el genocidio, ante la hipótesis de que mi padre haya sido asesinado porque simplemente actuó como hombre ante tamañas injusticias; que es lo que yo opino sobre todo esto, sobre Gustavo Vera y la totalmente equivocada posición cercana a Vera de la Sra. Diputada Nacional Dra. Elisa Carrió. ¿Cuál podría ser mi opinión al respecto salvo el sentir asco y repugnancia por tamaño gesto de cobardía?
Su obligación ahora, si realmente quiere salvar su alma es demostrar que está libre de culpa y cargo y que, en realidad, no trabaja y opera para "el narco", en esa lucha a muerte entre los dos poderes mayores de la mafia o sencillamente caer con ellos cuando el enfrentamiento final entre ambos ponga fin a toda disputa.
Teniendo seimpre presente que Dios no suprime la tentación sino que intenta dar una guía a partir de la cual luchar contra ella.
Y teniendo en cuenta que no es posible vivir sin que exista la cura para todas las enfermedades.
Gustavo Saladino