José Miguez Bonino.
EL TEOLOGO Y MILITANTE DE DERECHOS HUMANOS TENIA 88 AñOS
El adiós al pastor Miguez Bonino
Por Washington Uranga
José
Miguez Bonino, pastor metodista, trabajador infatigable de la causa
ecuménica, luchador por los derechos humanos y teólogo de la liberación
de amplio reconocimiento en la Argentina y América latina, falleció el
pasado sábado en la ciudad de Tandil (Buenos Aires), a la edad de 88
años. El religioso se destacó especialmente por su lucha contra la
dictadura militar y la defensa de los derechos humanos, y tenía un
amplio reconocimiento más allá de la comunidad metodista a la que
pertenecía, porque sus actividades desbordaron ampliamente ese marco a
través de una interlocución permanente con los actores protagónicos de
la sociedad civil, en las causas por la justicia y en defensa de la
vida.
El pastor Miguez Bonino nació el 5 de marzo de 1924 en la ciudad de
Santa Fe, estuvo casado con Noemí Nieuwenhuize y tuvo tres hijos. Hizo
estudios de teología y alcanzó el título de Doctor en Teología del Union
Theological Seminary de Nueva York (1959). Fue profesor y luego
director del Instituto Superior de Estudios Teológicos (Buenos Aires) y
su producción teológica, reflejada en numerosos libros e incontables
artículos y publicaciones, fue traducida a varios idiomas y sigue siendo
parte de los textos obligatorios en seminarios y universidades, tanto
protestantes como católicos. Fue invitado como observador evangélico al
Concilio Vaticano II, donde tuvo encuentros personales con los papas
Juan XXIII y Pablo VI. Allí forjó amistad con teólogos católicos
latinoamericanos, con los que después compartiría líneas de trabajo y
producciones, formando la Asociación de Teólogos del Tercer Mundo. Fue
también observador invitado en la II Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano (Medellín 1969). Desarrolló una intensa actividad
ecuménica que lo llevó a ser presidente del Consejo Mundial de Iglesias.
(CMI).En una autobiografía escrita recientemente, el pastor Miguez Bonino afirmó que “la teología de la liberación fue la respuesta de una generación de jóvenes católicos y evangélicos al llamado del Espíritu Santo hacia un renovado compromiso espiritual, ético y social con los pobres, el llamado a una nueva e integral evangelización”.
Durante los años de la dictadura militar, Miguez Bonino contribuyó a fundar y fue parte del Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, siendo repetidas veces orador principal en las manifestaciones organizadas por los movimientos de derechos humanos en el país. Fue electo convencional constituyente (1994), siendo, junto con el obispo católico Jaime De Nevares, los dos clérigos presentes en la Convención.
Respecto de la lucha por los derechos humanos, Miguez Bonino sostuvo que “en términos directos, la defensa de la vida humana fue vista por muchos cristianos como el inexcusable reclamo de amor”. Y él mismo fue consecuente con esta apreciación, dedicando gran parte de su vida, por una parte, a la tarea de defensa de los derechos humanos y, por otra, a la denuncia de “la opresión, la crítica de las ideologías dominantes que inspiran al nuevo imperio” y a la búsqueda de “nuevas alternativas de futuro” a través de la “lucha por la vida y la justicia” desde “nuestra fe y nuestro compromiso cristiano”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-197706-2012-07-02.html
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