19.03.2011 por Sinay
"Recuperar a Florencia no es prender una vela, recuperarla, para nosotras, es recuperarla en el día a día".
16 de marzo del 2011
Dicen que salió de su casa, en el barrio de
Palermo de la Capital Federal, rumbo a Plaza Serrano. Dicen que llevaba
lo puesto y nada más, como quien sale a hacer los mandados. Dicen que
dicen, dicen y no hacen nada.
En el 2005 el país venía de sobreponerse a
una crisis devastadora, que había hecho estragos en las capas medias y
bajas de la sociedad argentina. Veníamos de la década del 90, infame
década del menemato, en la que la socavación de los valores había
cundido de tal manera que proliferaron las formas más degradantes de
mercantilización.
La obscenidad del libre mercado copa todas
los ámbitos de la vida de las personas y la mercantilización de los
cuerpos –que ya no era novedad- abre su local comercial y lo publicita
con marquesinas de colores bajo el amparo del Estado, funcionarios
vestidos de Versace en oferta al mejor postor, dispuestos a entregarlas a
TODAS y festejar con pizza y Champagne.
Todo ese tiempo fue más que suficiente para
asentar de manera organizada estas degradantes formas de
comercialización, un Estado a disposición, una sociedad receptiva y por
sobre todo un mercado mundial que se abría. Redes de trata de mujeres,
niñas y niños, redes de explotación de trabajadoras y trabajadores
esclavos, venta de órganos, venta de niñas y niños, narcotráfico y venta
de armas, para nombrar sólo algunas de las redes delictivas que se
establecen hasta visibilizarse al amparo de un Estado mayoritariamente
corrupto.
El 2005 era hijo de un matrimonio “malavenido” entre un Estado en descomposición y una promesa de reconstitución del mismo.
Aún suturando esta herida coronada por la
crisis de 2001, empezaba Flor el año con proyectos personales, que en su
microcosmos, daba cuenta de querer sanar esa herida, abandonar viejos
hábitos, retomar con más convicción la carrera, comprometerse
políticamente, a terminar con el ombliguismo individual y reconocerse
como parte de un todo y a comprender que las injusticias sociales podían
y debían combatirse entre muchos otros proyectos.
Me acuerdo que por febrero de ese año nos
encontramos en el anexo del Congreso de la Nación, en un foro en defensa
de la educación pública y recorrimos el edificio, buscando una cocina
para calentar el agua. Me alegré entonces de verla activando, como
siempre cuando le gustaba lo que hacía, me contó con entusiasmo su
participación en una agrupación universitaria y me alegré en lo más
íntimo de que nos reencuentre algo tan humano. Florencia venía de
algunos desordenes típicos de esta adolescencia tardía que se nos
impuso, sobre todo, por la falta de trabajo y de proyectos en las que
nos dejaba el neoliberalismo. Florencia, Cecilia, Silvina, Lilén,
Leonora, Lucrecia, Agustina, Tato, El galle etc. veníamos de ese
desorden. Y más por separado que en conjunto nos pusimos a encontrarle
soluciones. Florencia y Lilén empezaron a trabajar en el Estado como
pasantes de la facultad. Ya no estaba en las mismas condiciones, sabía
lo que quería y sabía a dónde tenía que ir.
El 16 de marzo del 2005, tenía 25 años y había empezado a saldar sus propias deudas.
Seis años después solo quedan los
recuerdos, y los testimonios de quienes compartimos con ella. Aún hoy,
está latente la tensión entre el Estado decadente y su recomposición, y
Florencia lo refleja en un presente inhóspito, oscuro y un recuerdo
congelado.
Recuperar a Florencia no es prender una
vela y tener esperanza, recuperar a Florencia, para nosotras, es
recuperarla en el día a día. Florencia nos iguala en la diferencia
porque Florencia somos todas.
Hoy Florencia es banderas que encabezan
marchas, es carteles y consignas, pero también Florencia es presente que
nos motoriza, signo de lucha y compañera de lucha en la recuperación de
los valores colectivos para ponerle fin a esta carrera de atropellos
sobre la vida.
Lilén Díaz DNI 27323596
Cecilia Lucía Cavilla DNI 28485233
Silvina Bergmann DNI 28485777
Cecilia Lucía Cavilla DNI 28485233
Silvina Bergmann DNI 28485777
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