Circuito Camps: comienzan a relatar la triste historia de la familia De la Cuadra
En una nueva audiencia del juicio que acusa a 25 represores por delitos de lesa humanidad en centros clandestinos de La Plata, víctimas y familiares de víctimas describieron más ejemplos de los centros de exterminio instalados en la Ciudad. Estela de la Cuadra comenzó su testimonio de más de cuatro familiares desaparecidos.
(Fuente: Ramiro Laterza - Diariohoy.net)
Carlos
Renato De Ángelis relató en la audiencia del martes, la desaparición de sus
cuatro miembros de su familia: su primo hermano Rubén de Angelis, casado con
María Adela Garín, que estaba embarazada de dos meses. Y su hermano,
secuestrado en Mar del Plata, Oscar de Angelis, casado con Laura Delma Godoy,
también embarazada.
"Éramos
un grupo familiar muy unido en Mar Del Plata", relató; fueron juntos al
colegio Mariano Moreno, y su primo Rubén se vino a La Plata a estudiar Medicina,
"hizo una excelente carrera, se recibió con los mejores promedios, era
cardiólogo... tiene una placa en el Hospital San Martin porque fue Jefe de
Residentes". Al momento de su secuestro tenía 27 años.
Había
participado en el Centro de Estudiantes de la Facultad, pero no pertenecía
a ninguna organización política.
A María
Adelia Garín la había conocido en la Facultad, ella se había recibido de Pediatra y
trabajaba (como contó su hermana María Angélica Garín en la audiencia del 3 de
Marzo) en el Hospital San Ramón de Quilmes.
Se habían
casado el 19 de Enero de 1976, ahí fue la última vez que Rubén vio a su primo y
a María Adelia. Porque 24 días después,
el 13 de enero de 1977 un grupo parapolicial secuestró a María Adelia de 29
años en su trabajo de Quilmes, y a la vuelta, secuestraron a Rubén en su
casa. La familia se enteró a través de
una pariente que era farmacéutica en La Plata. Así su padre vino desde Mar del plata,
presentó Habeas Corpus, recogió información, pero nunca pudo dar vuelta la
historia: Rubén nunca apareció.
Estuvo
secuestrado en el Regimiento 7 de Infantería de La Plata, y también en City
Bell, en el Batallón de Comunicaciones 601, y esa es la última información
recibida por distintos testigos.
Por otro
lado, María Adelia estuvo detenida en la Comisaría Quinta,
en el Garage Azopardo, Pozo de Quilmes, y finalmente encontraron sus restos en
una fosa común del cementerio de Avellaneda, allí se comprobó qué había sido
mamá, sin embargo el bebé fue apropiado,
y nunca se supo nada de él o ella.
Carlos
Renato, en su testimonió concluyó contando la historia de su hermano Oscar y su
cuñada Laura, que fueron detenidos en Mar del Plata el 28/11/77. Ellos, hacía
un mes y medio que se habían casado, y estudiaban Derecho en la Universidad Católica
y trabajaban. Ella estaba embarazada, tenía 20 años. Él, 21. Ambos están
desaparecidos.
Ella le
propuso a su hermano ser el padrino de su primer hijo, pero nunca más lo volvió
a ver
La familia
es de la ciudad de Tres Lomas. Su hermano Mario Coroná se fue de allí a los 12
años, a estudiar a una escuela Agraria y
en 1972 se había ido a La Plata,
para cumplir su sueño de estudiar psicología. "Cuando vine lo vi marchar
con la JUP,
aunque luego me dijeron que había pasado a Montoneros". Para año nuevo se
habían comunicado y Dolores le había propuesto ser el padrino de su primer
hijo. Esa fue la última vez que hablaron.
Su hermano
fue desaparecido en Enero del 77 cuando tenía 24 años; lo capturaron en la
calle, "en cercanías de la plaza moreno", relató su hermana, y dijo
que un testimonio que lo vio, estaba secuestrado en la BILP, "tenía una herida
de arma de fuego en la espalda, y no lo atendían y la herida empeoraba".
"Nacimos
de vuelta. Nací ahí"
Angélica
Adelaida Campi en 1977 era Arquitecta y tenía un cargo oficial en la parte
Técnica de la Corte
Suprema de Justicia. Estaba de novia con un Guillermo Abel
Almarza, e iban juntos por la calle el 8 de Febrero cuando fueron reducidos y
metidos en un auto.
Serían 52
días de secuestros en el cual cambiarían su vida. Recibiría torturas sin saber
porqué estaba ahí, y nunca más estaría con su novio.
Se
dirigieron "en un trayecto no muy largo", tabicados y con las manos
atadas, a lo que luego se enterarían que era Brigada de Investigaciones,
Almarza venía en el baúl. Al llegar los ponen a ambos en una celda "donde
había mucha gente", después de unos días los meten a ambos nuevamente en
el auto, de la misma forma, y los llevan a "un lugar descampado, donde se
escuchaba un tren", el que luego supieron era el Pozo de Arana. "Fue
uno de los peores momentos de mi vida porque pensé que me iban a matar",
relató Angélica y dijo que quienes la llevaban iban discutiendo de qué manera
la iban a asesinar.
En ese
momento fue cuando no vio nunca más a su novio. Llegó a una celda y "por
debajo de la venda de los ojos vi que había mucha gente tirada en el piso muy
lastimada, quejándose", describió; "realmente era un momento de mucha
tensión". Me metieron con dos mujeres, una de ellas embarazada,
"tenía los pies muy hinchados". "¿Conoció a algún otro detenido
allí"?- le preguntaron desde el Tribunal: "Yo me la pasaba llorando
todo el tiempo, así que era imposible hablar conmigo".
Después la
llevaron a un determinado lugar, "me preguntaron formalmente qué hacía
yo", allí la hicieron desnudar y la tiraron en "una especie de
colchón de alambre", y le pasaron la picana... "bueno yo no tenía
nada para decir así que me dejaron".
A los días
vuelve a la Brigada.
Estuvo todos los días con una tal Vilma Susana. Finalmente la
liberaron el 27 de Marzo. Cuando llegó a su casa, los padres estaban
destrozados, su mama en la cama y su papá, un funcionario de la Corte, había tramitado en
múltiples lugares para la liberación de su hija. Se había reunido con Ramón
Camps quien le dijo "cuando su hija salga, que me venga a ver", cosa
que no sucedió. Además durante los siguientes tres meses, un oficial iba a
"visitarme a casa, dábamos vueltas por la Ciudad hablando
incoherencias", hasta que un día le dijo que se vaya a hacer el documento
nuevo, y a partir de allí no volvió más.
Además
relató que desde el Poder Judicial la obligaron a renunciar, y le recomendaron
al padre que "no presente Habeas Corpus". La querella pidió al
Tribunal que se oficie una búsqueda de quienes eran los jefes de aquel momento.
"Nacimos
de vuelta, nací ahí", dijo como para hacer un corte en el testimonio que
refleje el corte que sufrió en su vida durante aquel tormento.
Los restos
de Guillermo Abel Almarsa, relató, fueron hallados a comienzós de los 90´por el
Equipo de Antropología Forense en el Cementerio de La Plata. Ninguna de
las partes tenía esta información, y es relevante porque ya han aparecido otros
datos de secuestrados que finalmente fueron asesinados, y esto complementa la
actuación que se puede realizar contra los represores por casos de homicidios.
"¿Estuvo
usted secuestrado durante la última dictadura militar?"
Ante la
pregunta, dijo: "Aclaro que esto ya lo declaré como cinco veces",
comenzó el relato de Diego Barreda
"Fui
secuestrado el 14 de Julio de 1978 llegando de mi trabajo a mi casa de
Ringuelet en 509 entre 10 y 11". Era un grupo de civil entre 6 y 10
personas que lo tabicaron y lo tiraron en la caja de una camioneta donde había
otro detenido. La patota no era de La plata, porque no sabían los números de
las calles, pero de todas maneras "se las ingeniaron para llegar al Camino
Centenario".
"Llegué
a un lugar donde me tomaron la presión", relató Barreda como una anécdota.
Era el Pozo de Quilmes. "Al rato me
llevaron a "la parrilla" donde me metieron picana y me desvanecí
varias veces". Le pusieron a un "quebrado" al lado para que
certifique todo lo que el torturado no decía. "Un quebrado es alguien que
carece de objetividad y voluntad y que, ante lo que le quieran atribuir no da
más y dice todo que sí, entonces me inculcan todo lo que él decía". Estuvo tres días ahí y es llevado al Pozo de
Banfield.
Allí lo
pusieron en una celda con el "quebrado" y con un estudiante de
arquitectura, a quien lo largan a los 15 días. "El otro, Rodolfo Nani,
estuvo conmigo hasta el Consejo de Guerra", adelanta Barreda como
anticipando un final inesperado. Relató que había una mujer uruguaya llamada
María Artigas que estaba embarazada y fue asesinada: "me había pedido que
busque la nena, ella sabía que se la iban a quitar, no es de mucho
intelectualidad saber que a ella la iban a matar... esta compañera tuvo ahí la
nena, yo escuché el llanto cuando la nena nació pero María no apareció".
A los tres
meses fue a parar a la
Comisaría Octava de La Plata, "era para algunos la situación previa
al blanqueo", pero..."un oficial me dijo que había un cuello de
botella en mi casa", o sea que no lo podrían liberar. "En esta
comisaría había un destacamento policial normal adelante y un centro
clandestino atrás". Estuvo un mes en esa situación, hasta que un coronel
se sentó con él, le apoyó una pistola en el escritorio (para ver si la
agarraba) y le dijo que iba a ir a un consejo de Guerra. Ahí lo llevan a villa devoto..."en el
consejo de guerra me interrogaron un poco más, yo seguí negando, y se
declararon incompetentes"; siguió en Devoto un tiempo y después lo
mandaron a blanquear a la unidad 9. "Allí me engordaron y me bañaron, como
se solía hacer".
Retomó y
dijo: "Creo que a los efectos de lo que tenía que declarar hoy, entiendo
que tiene que ver con los compañeros con quienes estuve durante un mes en
comisaria 8°; aclaro que hicimos un reconocimiento con usted (mirando a
Rozansky) y con Julio López, que además de ser albañiles éramos dos blanqueados
en la octava".
"Era
una condena para mi estar con una persona que ni se animaba a pedir agua ese
era su deterioro físico y psicológico", relató por Nani.
Contó que
una noche metieron en su celda a tres personas más que venían de 18 meses de
secuestro; se quedaron conversando durante 4 horas. Resultaban ser Baratti,
Bonin (quien trabajaba en el Astillero Río Santiago, al igual que quien daba el
testimonio) y Fracaroli. Ellos creían que estaban ahí porque los iban a matar.
Allí fue que Bonin le dijo: "si volvés al Astillero y si encuentran mis
huesos, mi voluntad es que mis huesos estén en la entrada del Taller de
Escultura del Astillero de Rio Santiago porque ese es mi mundo". La mañana
siguiente los sacan y nunca más los volvería a ver. "Fueron fusilados,
otro término no hay".
Fue
blanqueado luego en la Unidad
9 y posteriormente recuperó la libertad; allí se negó a irse del país, a pesar
de que dos legisladores norteamericanos ya lo tenían todo organizado, "las
madres no me creían".
Estela de la Cuadra: relato de una mujer
que le secuestraron hasta la casa
"Estela,
buenas tardes, queremos que nos comentes si tenés algún familiar que estuvo
desaparecido durante la última dictadura militar"... y comenzó la lista:
Su Hermano,
Roberto José De la Cuadra,
hermana Helena de La Cuadra
(embarazada), cuñado Hector Baratti (el único que aparecieron sus restos),
también su marido; y su hijo estuvo algunos meses desaparecido. "También
se quedaron con mi casa, hasta la actualidad", remató sarcásticamente,
como riéndose de su propia tragedia.
Durante
esta audiencia del martes 17 de Abril, a razón de que ya eran las 20 hs, sólo
relató las desapariciones de su hermano y su hermana, pero con un orden, una
precisión y un conocimiento del marco político y contextual intachable.
Durante la
noche del 2 de Septiembre del 76, cuando el clima era extremamente complicado
para las organizaciones políticas, Roberto José De la Cuadra estaba
"teniendo una reunión sindical" en la casa de sus padres (aunque
tenía su familia y su casa propia), junto a sus compañeros: Raúl Bonaffini
(trabajador de YPF) y Daniel Sampedro. Roberto les contó que el día anterior
había estado repartiendo volantes clandestinamente en el baño de la Destilería, contra la
expedición horaria: "Ellos habían conseguido trabajo de 6 horas y la
dictadura lo había vuelto a 8hs"; sin embargo un delegado del sindicato
SUPE, lo vio.
"¿Qué
domicilio tenés en el trabajo?", preguntó Bonafini. La casa de sus padres,
fue la respuesta y la exigencia, ahímismo, de sus compañeros: "Rajemos de
acá".
Cuando la
patota llegó a buscarlo a la casa de sus padres en 65 y 12, los militantes ya
no estaban. Se la comienzan a llevar a la madre Alicia, hasta que luego de
bajar el ascensor se cruzaron con Roberto que volvía a dejarles el auto:
"¿Lo conoces?", le preguntaron a la señora. "Nunca lo vi en mi
vida", respondió "Licha" de la Cuadra, futura fundadora de las Madres.
Finalmente uno de los policías lo reconoció, se lo llevaron, y a la señora la
dejaron volver a su casa.
La esposa
de Roberto, Gladys, al enterarse del secuestro fue a buscar su expediente a YPF
para realizar un Habeas Corpus, pero la
detuvieron durante un tiempo: "ella no está en condiciones de
declarar", resumió Estela.
Luego
realizó un extenso relato sobre la búsqueda de sus padres por Roberto José:
análisis de los archivos de la
DIPBA, restos encontrados por la zona de Berisso. También
hizo una amplia y justificada denuncia de que los delegados de la fábrica, del
sindicato SUPE, la "burocracia sindical", participó dándole la mano a la
patronal", en el secuestro de Roberto José, sus compañeros y otros
trabajadores "de militancia sindical anti burocrática".
Roberto
José fue visto en Comisaria Quinta: "La primer noticia que tenemos es que
Elenita manda un mensaje con una compañera que había compartido cautiverio y
dice estoy bien, el embarazo sigue, están Roberto José y mi marido (Héctor
Baratti)".
Allí
Estela, muy ordenada en su amplia declaración, decide pasar a la desaparición
de "Elenita", su hermana.
Por la
noche del 23 de Febrero de 1977, estaban reunidos en el consultorio
odontológico de Norma Estela Campaño de Serra varias personas, entre ellas
Elena de la Cuadra,
su esposo Héctor Baratti, Pedro Simón Campaño, Eduardo Roberto Bonin, y
Fracaroli.
Elena era
maestra jardinera y estaba embarazada.
Allí hubo
un gran operativo, suben a los techos, ocupan dos o tres casas de al lado, e
intiman a que se entreguen: "primero sale mi hermana, después su
compañero...". Allí se dedican a "saquear la casa" y, según
Adriana Calvo, esa noche llegan a la Comisaría Quinta.
Una parte de la patota se los lleva, una cuadrilla se quedó campaneando el
barrio ("hicieron una ratonera"), y otro grupo se dispuso a saquear
la casa.
Habeas
Corpus, en Provincia y en Nación, reuniones con autoridades eclesiásticas,
realizaron "fichas" de archivo. Mientras tanto recibían algunos
mensajes, ya que estaban detenidos juntos: Roberto José, su hermana Elena, y
Baratti. "Llegaban mensajes enviados por Baratti, que decían que Elena
había tenido una nena que le habían puesto Ana, nacida el 23 de junio de
77". Hay un testimonio que dijo que el parto fue en la Comisaría Quinta. También está el testimonio de Fernández, que
su hermana Lidia la asistió en el parto; "un relato muy duro, en Comisaria 5 su relato fue
muy duro porque la traían destrozada, humillada, porque la llevaban para
violarla".
Hasta allí
pudo continuar Estela de la
Cuadra. Una mujer signada por la desaparición, la tortura, y
la ausencia de sus familiares. Su sobrina Ana sigue apropiada. Su madre
"Licha" fundadora de las Madres de Plaza de Mayo junto con
"Chicha" Mariani, falleció hace algunos años. Su hermano, su hermana y su esposo están
desparecidos, fueron encontrados los restos de su cuñado, y si casa sigue en
manos de represores.
El
testimonio de Estela continuará el 7 de Mayo, cuando se retome el juicio.
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