La cabeza
máxima de la represión de la última dictadura cívico militar argentina
encuentra quien lo entreviste en la cárcel –donde permanecerá hasta el fin de
sus días, según varias sentencias justas- y produzca un video y un libro con el
aberrante contenido de las declaraciones del dictador.
El
equilibrio en una sociedad democrática exige reclusión definitiva para
criminales de lesa humanidad. Jorge R. Videla lo es, y además lo hace explícito
en sus propias palabras.
El habla
de “guerra”, omitiendo que su gobierno de facto implantó un
verdadero terrorismo de Estado; habla de “listado de lisiados y muertos cuyo
paradero se desconoce”, omitiendo el probado plan sistemático de represión
que causó al menos 22.000 víctimas, según documentos desclasificados de la
propia dictadura; habla del “precio que hubo que pagar para seguir siendo
una República”, omitiendo que la dictadura formó parte de planes
extra-nacionales para instalar dictaduras en el Cono Sur, cuya población exigía
cada vez con más fuerza el respeto a sus derechos, contra los cuales había que
preservar un sistema económico de pocos ricos e innumerables desposeídos.
Exhortamos
a la población, particularmente a los jóvenes, que perciban el cinismo de las
palabras del dictador y busquen en la historia reciente las verdades del
terrorismo de Estado perpetrado.
Madres de
Plaza de Mayo Línea Fundadora
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