Alicia Bonet, mujer de Rubén Bonet, habló ayer en el acto en la base Almirante Zar, en Trelew.
Imagen: Rolando Andrade
COMIENZA EL JUICIO A LOS FUSILADORES DE DIECISEIS PRESOS POLITICOS
Un día histórico en Trelew
Luego de cuarenta años, hoy se inicia el proceso contra los cinco represores, que se encuentran en libertad. Ayer, familiares de las víctimas y militantes de organizaciones políticas y de derechos humanos recorrieron la base Almirante Zar.
Por Alejandra Dandan
Casi cuarenta años después, los fusiladores de los dieciséis presos políticos asesinados el 22 de agosto de 1972 en la base naval Almirante Zar de Trelew comenzarán a ser juzgados a partir de hoy por esos crímenes. Las mujeres, hijos y hermanos de aquellos militantes llegaron a la provincia de Chubut para participar del proceso y como en una especie de inicio ritual ayer recorrieron el mismo camino que ellos hicieron en esos días. “Abrazados, unidos, muy juntos”, como dijeron salieron desde la cárcel de Rawson, pasaron por el aeropuerto y luego entraron en la Base Naval. “Es muy emocionante esto porque para no-sotros no pasaron cuarenta años”, dice Alicia de Bonet, la mujer de Rubén Bonet, dirigente del ERP, uno de los fusilados. “En lo que vivimos no hay rupturas de tiempo, ni distancia. Hay continuidad, porque nunca bajamos los brazos en la lucha por la justicia, es la continuidad que se interrumpirá cuando logremos empezar a ver la salida del túnel, cuando comience este juicio.”
Durante el fin de semana fueron llegando hasta la ciudad familiares, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas. Llegó Raquel Camps, la hija de Adrián Camps; también Luis Lea Laplace, hermano de Clarisa; Guido Quieto, hijo de Roberto, e Hilda de Toschi, esposa de Humberto. Llegaron también madres de Línea Fundadora, Familiares de Detenidos Desaparecidos e Hijos, representantes de La Cámpora y del Movimiento Evita. A ellos se sumó el subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, y Marcelo Duhalde, que encabezaron un homenaje a Eduardo Luis Duhalde –el fallecido ex secretario de Derechos Humanos–, uno de los abogados que llevaron adelante las tensas negociaciones por la liberación de los presos y las del primer grupo que logró aterrizar en Chile. Uno de los que estaban en el vuelo de los que sobrevivieron a la fuga de la cárcel fue Fernando Vaca Narvaja, ex dirigente de Montoneros que también está en Rawson. “Pasaron casi cuarenta años y quizá sea un poco tarde, pero el juicio es muy importante”, dijo ayer. “Después del fracaso de la segunda fuga, cuando diecinueve compañeros quedaron retenidos en la base Almirante Zar, Pedro Bonet y Mariano Pujadas pudieron hablar con algunos periodistas y advirtieron que pedían garantías a la Justicia para que no se repitiera lo que había pasado con los obreros de la Patagonia Rebelde”, recordó.
Esa será una de las reconstrucciones que empezarán a escucharse en el juicio a los cinco marinos encargados del fusilamiento: son los capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio del Real; los capitanes de navío Rubén Paccagnini y Jorge Bautista y el cabo Carlos Marandino. Sosa era segundo jefe del Batallón de Infantería Marina de la base, la persona que dio su “palabra de honor” en el aeropuerto y prometió que los presos iban a ser devueltos a la cárcel de Rawson y una de las personas que en la madrugada del 22 de agosto recorrieron el pasillo de las celdas dando los tiros de gracia. Del Real y Morandino son dos de los fusiladores. Paccagnini era el responsable de la base y jefe directo de ellos. Y Bautista hizo el sumario que respaldó la versión del intento de fuga. No son todos los responsables. Guillermo Roberto Bravo es uno de los fusiladores que siguen en libertad en Estados Unidos porque un juez de Florida no aceptó la extradición al considerar que era una causa “política”. Y Horacio Mayorga, que fue quien ordenó el traslado del aeropuerto a la base Almirante Zar, no será juzgado porque está con un cuadro de ACV.
Alicia ahora repite los nombres de quienes sí serán juzgados, uno por uno. Todavía no puede creerlo: el sábado, durante una conferencia de prensa, se enteró de que ninguno de los cinco acusados llegará al juicio detenido. “Para nosotros fue una desagradable y terrible sorpresa –dijo–: cuando nos enteramos nos cayó como una paliza, quedamos todos sin palabras, ahora ellos deberán presentarse personalmente y sólo si no se presentan la Justicia los debe ir a buscar.”
El juicio, que se extenderá durante tres meses, tendrá audiencias todos los días de esta semana. Se hará en el Teatro José Hernández de Rawson. Estará a cargo del Tribunal Federal de Comodoro Rivadavia, integrado por Enrique Guanziroli, Pedro de Diego y Nora Monella. Los fiscales son Horacio Arranz y Fernando Gelvez.
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