Pablo: “No me voy a suicidar ni quiero que me suiciden”
Por Omar Lavieri
Habló con Clarín antes de entregarse “Tengo miedo por mi seguridad personal”.
En Tribunales. Un reclamo al juez Oyarbide, ayer, temprano, durante la indagatoria a Sergio Schoklender.
16/05/12
“Mi hermano Sergio se la pasa diciendo que si caigo preso me voy
a suicidar. Quiero que quede claro, no tengo pensado suicidarme, no me
voy a suicidar y no quiero que me suiciden”. Ayer a las cuatro de la
tarde mientras estaba a punto de entregarse, Pablo Schoklender habló con
este cronista. Uno de sus abogados, Pablo Slonimsqui, llamó por celular
y explicó que Schoklender quería hacer unas declaraciones. Las palabras
le salían a borbotones y se mostraba muy preocupado porque, aseguró,
que desde que ayer pasado el mediodía se conoció el pedido de detención
dictado por el juez Norberto Oyarbide en su contra, recibió amenazas.“No paran de amenazarme. Me llaman a mi celular y me dicen: ojo con lo que decís, ojo con dejar pegado a un funcionario”, dijo Pablo Schoklender.
“Tengo miedo por mi seguridad personal” agregó y reclamó a las autoridades que “cuiden” su “integridad física”.
La conversación duró unos pocos minutos y Schoklender no quiso hacer ningún comentario respecto de la investigación judicial sobre la defraudación a la Fundación Madres de Plaza de Mayo por la que está imputado y, desde ayer, detenido.
Cerca del mediodía de ayer la policía había allanado su casa para buscarlo pero él estaba en otro lugar. Cuando se produjo la llamada, Pablo Schoklender ya había tomado la decisión de presentarse ante Oyarbide. Negaba que estuviera prófugo. Su abogado había estado en el juzgado y le había preguntado al juez si Schoklender podía presentarse directamente en una repartición de la Policía Federal sin pasar por los Tribunales. Y así lo hizo ayer cerca de las 18 en el barrio de Palermo.
Pasó las primeras horas de su detención en la sede de la División Investigación Federal de Organizaciones Criminales (DIFOC) que está al lado de la Comisaría 23 en la esquina de Santa Fe y Gurruchaga. Schoklender llegó acompañado por su abogado y por su novia. No había llevado ni siquiera un bolso con ropa para pasar los primeros días de detención. Se entregó con lo puesto y con el libro de Eduardo Galeano “Los hijos de los días”.
Ayer por la noche Schoklender fue trasladado a la alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones de la Federal en General Paz y Madariaga, cerca del Autódromo. Hacia allí fue su novia a llevarle comida y ropa para que use en la cárcel. En ese lugar está detenido también Alejandro Gotkin. Ambos tienen que presentarse a declarar en indagatoria el jueves ante el juez Oyarbide.
Ellos dos son, según la imputación que les hizo el juez Oyarbide, los organizadores de una asociación ilícita que encabeza Sergio Schoklender.
http://www.clarin.com/politica/Pablo-voy-suicidar-quiero-suiciden_0_701329902.html
Buen punto, amigo. Preferimos que antes de que algo asi le suceda a Pablo o a Sergio Shocklender lo suiciden al genocida Videla para que luego no vayan a surgir nuevas dudas sobre la clase de presos que prefieren las autoridades y los agentes del Servicio Penitenciario.
Está muy correcto lo que dice Pablo Shocklender en todo sentido porque suelen aparecer ahorcados presos comunes y madres acusadas de matar a sus hijos sin que aun se hubiera probado nada, pero jamás aparece un genocida ahorcado, es más, al Servicio Penitenciario, los genocidas de 80 años se le escapan "corriendo" y "saltando" las tapias de las casa vecinas, como el HIJO DE PUTA de Juan Wolk, genocida del Pozo de Banfield.
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