Era empecinado Romulito, desobediente y tozudo. Así lo recuerdo especialmente.
Recuerdo su sonrisa sarcástica hacia la ‘rancia y alta' sociedad correntina, la de los dueños de las tierras y
de otras fuentes de poder. Evocaba hoy el trazo de esa sonrisa bailoteando en la sala de audiencias; también por encima
del rompecabezas de sus huesos que con tanta profesionalidad armara el Equipo de Antropología Forense. No importa que
no se hubiera encontrado el cráneo, igual estaba la sonrisa.
También estaba la sonrisa de Juan Carlos De Marchi y la de Horacio Losito, que quería ser sarcástica,
sobradora, ¿qué quería disimular la tensión? Pero aparecía sólo de tanto en tanto.
La de Romulito en cambio, era permanente. Porque algunos de esos dueños de la tierra y de sus históricos
aliados, miembros del "partido militar", estaban sentados en el banquillo de los acusados de su tortura y asesinato. Sentados
y públicamente expuestos en una de las históricas cunas de esa alianza, la provincia de Corrientes, gracias a la
desobediencia de su cuerpo. Porque a pesar de todo lo que le hicieron para que se hundiera en el río Paraná y no
molestara más, se empecinó en aparecer en la costa de Empedrado. Y gracias a su madre, de la que habrá
sacado ese carácter, de su hermano, su hermana, sobrinos, familiares; de las organizaciones de derechos humanos… y de
tanta trama solidaria y militante.
Y pensaba, mientras le hacía un guiño a su sonrisa, que en esa sala se respiraba una cuestión de piel. De
un lado, la ropa atildada y de marca de los otros, el glamour de las mujeres rubias y finas. El desprecio que emanaba de las
preguntas acosadoras, de las sonrisas, de la actitud corporal, cuando los que declaraban eran el obrero y el hijo del
carnicero. Claro, gente con sólo la primaria completa, sin remera de cardon ni blazer azul.
Del otro lado de la sala, la ropa de los nuestros, la apariencia de los nuestros. El tema aquí no es la imagen, la
vestimenta, el toque de distinción. El tema es la lucha, la tenacidad, la convicción, la serenidad, el dolor. La
fidelidad a los queridos muertos, a sus ideales y sus sonrisas. Ese es nuestro toque de distinción. Esa es nuestra
piel. Qué alivio reconocerse en ella, qué orgullo llevarla puesta.
Gracias querido Romulito, por tu desobediencia y tu tozudez.
Teresa Laura Artieda
Crónica de un día de audiencias en el juicio oral que se sigue por la desaparición de Rómulo
Artieda, Causa RI9, en los
Tribunales de la ciudad de Corrientes. 27 de marzo 2008.
Clara Anahí MARIANI, nacida el 12 de agosto de 1976, desaparecida el 24 de noviembre de 1976.
Clara Anahí MARIANI
Nacida el 12 de agosto de 1976 Desaparecida el 24 de noviembre de 1976
Madre: Diana TERUGGI
Padre: Daniel MARIANI
El 24 de noviembre de 1976, fuerzas policiales y del Ejército atacaron la casa de sus padres en la ciudad de La Plata. Allí fue asesinada Diana y secuestrada Clara Anahí, quien continúa desaparecida. El padre de la niña fue asesinado en La Plata, el 1º de agosto de 1977.
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Hijo de desaparecido y asesinado. Héroe de la Resistencia Antifascista contra el genocidio cultural del menemismo. Objetor de conciencia al Servicio Militar Obligatorio hasta su desaparición definitiva lo que me valió verme impedido de ejercer mi derecho cívico al voto entre 1983 y 1995. Despedido del Estado en 1989 por ser hijo de desaparecido. Denunciante contra los genocidas ante la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) en 1984. Co-Denunciante y querellante contra los genocidas de la Fuerza Aérea Argentina y de otras fuerzas de seguridad en la Causa Penal por delitos de lesa humanidad y genocidio Nº 7.273/06 en el área de la Subzona 16, entre muchas otras Causas. Denunciante en 2011 ante la Justicia Federal argentina del gobierno norteamericano cómplice de los genocidas civiles y militares que desaparecieron y asesinaron a mi padre en 1978. El primero en el mundo entero, como activista de derechos humanos, en accionar penalmente contra el oligopolio estadounidense destructor de memoria argentina "Google, Inc.", entre otros hechos, por perseguir y espiar ilegalmente ciudadanos dentro de su plataforma "You Tube". Denunciante de hechos de corrupción de la era "kirchnerista".
Jésica y Cielo (me falta Verónica Fiorito y cartón lleno).
Yo no fui (y ellas tampoco vinieron nunca. Ja, ja, ja).
Álgebra simbólica
¿Mentir actuando, nene? ¿Tan sofisticaaado?
No se nada de matemáticas, bah.
Carta de amor
"Me muero de frío, estamos enterrados en el barro, no hay comida ni abrigo, el lugar es un desierto porque estoy sin vos". De una carta de un soldado argentino muerto en la Guerra de Malvinas a su novia en Chaco.
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