Torturaron a un bebé
Secuestro, tortura y cautiverio de Carlos Lordkipanidse
"Fui secuestrado en la mañana del 18 de noviembre de 1978 en la vía pública, en las calles Muñiz y Carlos Calvo de la Capital Federal, por un grupo de cuatro individuos armados y vestidos de civil, que dijeron ser de la División Toxicomanía de la Policía Federal, quienes me introdujeron en un Peugeot 504 gris, atado y encapuchado. Luego supe que poco antes de mi captura, fue secuestrada mi esposa Liliana Marcela Pelegrino, Rodolfo, nuestro pequeño hijo de 20 días de edad, y un primo de mi señora, de nombre Cristian Colombo....
"Después de un breve trayecto, ingreso a lo que más adelante identifico como la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA); allí también identifico a una de las cuatro personas que me secuestraron, apodado "Giba" o "Gerardo", quien no es otro que el capitán de corbeta Fernando Enrique Peyón...
"estoy atado a una cama metálica y me sacan la capucha, por lo que puedo ver que en habitación hay una gran cantidad de personas: además del citado Peyón, está Alfredo Astiz, apodado "Gonzalo", el capitán Jorge Eduardo Acosta, apodado "Santiago", y otros...
"soy torturado mediante la aplicación de corriente eléctrica en el estómago, por Astiz, mientras el resto del grupo permanecía observando. Dicha sesión dura aproximadamente cinco minutos... Manuel ordena a un guardia que me desvista y me ate a la cama citada, encapuchado, tras lo cual ingresan a la habitación unas tres personas que no puedo identificar, soy nuevamente torturado con picana eléctrica... ésta sesión duró aproximadamente media hora y soy continuamente interrogado acerca del paradero de un compañero de militancia, Alejandro Firpo. En un intervalo me sacan la capucha y veo ingresar a un sujeto apodado "Piraña", miembro de la Prefectura, que trae sujeto de los pieas a mi hijo Rodolfo y me dice que si no colaboro estrellará la cabeza del niño contra la pared. Sigo negándome debido al hecho cierto de desconocer el paradero de Firpo y entonces "Piraña" somete a mi hijos de pasajes de corriente eléctrica hasta que ingresa a la habitación un desconocido que manifiesta "paren, paren que de verdad no sabe". Me dejan solo, atado a la cama, escuchando que en otros sitios lindantes se estaba torturando...
"Durante mi permanencia en "capuchita", que duró un mes, fui bajado en dos oportunidades, siendo nuevamente torturado con picana eléctrica y golpes... En diciembre de 1978 mi esposa y yo somos alojados en "capucha", en los boxes contiguos, donde permanecimos hasta aproximadamente marzo del año siguiente. Durante dicho lapso fui nuevamente torturado mediante los mismos mecanismos...
"En una oportunidad que estaba en la sala de tortura vinieron Acosta y Astiz, y en un momento determinado Astiz me dijo que él había sido el encargado de secuestrar a las monjas francesas, agregando Acosta que él había dado la orden de 'mandarlas para arriba", mencionándome también el secuestro de Arrostito, la que permaneció mucho tiempo en la ESMA y de la "suequita"...
"En abril de 1979 es liberada mi mujer y pocos meses después se me permite concurrir durante los fines de semana a mi domicilio, con la condición de regresar... A principio de 1981 soy liberado con la obligación de comunicarme telefónicamente con la ESMA... En setiembre de 1983 salgo del país, sin permiso de mis captores..."
Publicado en Culpables para la Sociedad, Libres por la Ley
http://www.desaparecidos.org/arg/testimonios/
Mientras tanto y como ya se sabe tanto por los artículos y libros de Pablo Giussani y Juan Gelman, Firmenich vendía a sus compañeros al genocida Massera en París; seguramente para "salvarlos" se dirá ahora, porque ya no saben que inventar para seguir mintiendo como si Juan Gelman pudiera exagerar o mentir al respecto o hacer un estúpido guiño con algo tan serio y complicado.
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