Página12, 3 de junio de 2012 |
REACCIONES A LA LIBERTAD
Noticia "terrible"
Por Santiago Rodríguez
"La noticia de que el cura (Julio César) Grassi está de nuevo con
libertad ambulatoria nos parece una cosa terrible", dijo a Página/12
Nora Schulman, en nombre del Comité Argentino de Seguimiento y
Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que
fue parte activa como querellante en el juicio oral contra el sacerdote.
En diálogo con este diario, Schulman se mostró contrariada por la
intromisión del Obispado de Morón, que pidió favores para Grassi: "Es
inaudito que una iglesia de barrio, como es la de Morón, donde vive
gente humilde y muy creyente, haya tratado de influir en la decisión de
la Justicia, para que un sacerdote condenado por abuso sexual de menores
siga ejerciendo su sacerdocio en el mismo lugar donde ocurrió el
delito".
"La decisión de ese obispado, y por ende de la Iglesia, no tiene ninguna
posibilidad de lectura dentro de lo que debe ser la voz de un
religioso. Del mismo modo, tampoco tiene visos de legalidad ni se
entienden los argumentos de la Cámara de Apelaciones de Morón, que no
tuvo en cuenta que se le dictó la prisión domiciliaria a Grassi, porque
había sospechas fundadas de que seguía concurriendo a la Fundación
Felices los Niños, cosa que tenía y tiene prohibido." El abogado
Fernando Burlando, en declaraciones al diario La Nación, dijo que se
había entrevistado con Grassi en la fundación, dato que después negó
ante la Justicia.
"Del mismo modo, y esto fue considerado probado por el Tribunal Oral 1
de Morón cuando dispuso la prisión domiciliaria, que como es público y
notorio porque se han presentado videos como prueba, el cura seguía
haciendo declaraciones en contra de las víctimas que lo inculparon, cosa
que también tiene prohibido hacer." Esas manifestaciones, tenidas en
cuenta por los jueces del Tribunal Oral 1, fueron formuladas en el
programa de Mauro Viale y están incorporadas a la causa.
"Se dijeron barbaridades de los chicos, a los que llamaron mentirosos y a
uno de ellos ‘homosexual’, cuando no pueden hablar de las víctimas. Eso
lo hizo Grassi y también (Raúl) Portal, actual presidente de la
Fundación Felices los Niños. A pesar de todo eso, ahora le dan el premio
de volver a tener libertad ambulatoria, cuando pasaron apenas tres
meses de la prisión ambulatoria. Ni que hubiera cumplido diez años de
condena en una cárcel."
Schulman consideró que "es muy difícil que esta causa se enderece hacia
la Justicia si no sale de la jurisdicción de Morón. Nosotros no le vemos
ningún tipo de salida, porque esa es la ‘patria chica’ de Grassi, que
tiene una influencia desmedida sobre los jueces. Lo que a nosotros nos
aterra es que ahora vuelve a estar libre, sin trabas, y nadie piensa en
lo que están viviendo los chicos que fueron abusados".
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